La presencia de vidrio hace de nuestro hogar, lugar de trabajo o negocio un lugar cómodo y luminoso, pero también seguro ya que el vidrio de seguridad protege a las personas de lesiones en caso de accidentes y a los bienes y propiedades contra robo, vandalismo y roturas.
Un vidrio de seguridad es aquel que en caso de rotura no presenta potencial para causar heridas de consideración a las personas, un concepto adicional y complementario al de la seguridad es el concepto de protección que, en general, está ligado con las propiedades de aquellos vidrios difíciles de ser traspasados por el impacto de personas u objetos.
Los dos tipos de vidrios de seguridad más empleados en la construcción y arquitectura interior son el vidrio templado y el vidrio laminado.
Al vidrio de seguridad templado se le ha dado un tratamiento térmico especial (proceso denominado "templado") para aumentar su resistencia mecánica y al calor. Además, el vidrio templado puede laminarse para obtener un vidrio de seguridad máxima.
El vidrio de seguridad laminado se compone de dos o más hojas de vidrio monolítico unidas entre ellas gracias a una o más láminas de un polímero plástico (Butiral de polivinilo); al romperse, los pedazos permanecen adheridos a la mencionada lámina, sin desprenderse y evitando así el riesgo de producir lesiones.
A simple vista los vidrios son todos iguales pero una de las principales diferencias se presenta cuando el vidrio se rompe, así el vidrio monolítico lo hace en trozos con vértices y aristas altamente cortantes y por tanto peligrosas, lo cual condiciona mucho sus posibles aplicaciones, de ahí la necesidad de laminarlo o templarlo o laminarlo y termoendurecerlo para ampliar su rango de aplicación.
Actualmente, gracias a los avances tecnológicos, se pueden obtener vidrios de seguridad con propiedades y estética especiales: de color, lacados, con propiedades energéticas, mateados, con propiedades de aislamiento acústico, curvados, incorporados en la estructura de vidrios aislantes de doble acristalamiento..... etc, etc, de tal manera que la seguridad no tiene porqué estar reñida con el confort o el diseño.
No más dudas, opte con tranquilidad y seguridad por los grandes ventanales o por las fachadas acristaladas y por otras aplicaciones, tales como las balaustradas o pasamanos, los suelos o las escaleras de vidrio, que implican obligatoriamente el empleo del vidrio laminado así como puertas o mobiliario a base de vidrio templado o templado y laminado.
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