Llamamos bajo emisividad a la transmisión de energía cedida por un vidrio hacia una zona más fría, es decir, la pérdida calorífica de una estancia hacia el exterior producida por el calentamiento del vidrio interior y su irradición hacia la zona exterior más fría.
Los vidrios bajo emisivos están tratados con capas de plata, que es de todos los metales el de más baja emisividad. Esta capa de plata atenúa las pérdidas caloríficas al exterior consiguiendo evitar pérdidas de energía calefactora con el consiguiente ahorro económico.
Estos vidrios son obtenidos industrialmente tras un proceso de pulverización de partículas de óxidos metálicos, principalmente de plata, sobre una de las caras del vidrio que confieren a este propiedades especiales de reflexión manteniendo su aspecto incoloro.
Los vidrios bajo emisivos siempre deben emplearse en un Doble Acristalamiento y con la capa orientada hacia el interior de la cámara , ya que su cara tratada, en contacto con el aire se oxida rápidamente, deteriorándolo tanto en sus propiedades físicas como estéticas, por tanto no puede emplearse como vidrio monolítico.
Los vidrios Bajo emisivos potencian las cualidades de un Doble Acristalamiento convencional, contribuyendo de esta forma al ahorro de energía.
Para diferenciar las prestaciones térmicas de un vidrio bajo emisivo de otro utilizamos el parámetro Valor U.
El Valor U indica la cantidad de calor que en régimen permanente atraviesa una pared en una hora en un metro cuadrado de pared por cada grado de temperatura de diferencia entre los ambientes de un lado y otro de la pared. Así cuanto más bajo sea el Valor U de un vidrio, mejores prestaciones térmicas tendrá, es decir, menos pérdidas de calor habrá
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